Cultura Nukak – Amazonas

B_Pueblos Originarios
Es una de las comunidades indígenas más inaccesibles y genuinas de toda América.
Tras desplazarse contínuamente por la selva húmeda tropical, hoy viven en la zona limitada por los ríos Guaviare e Inírida, Colombia.
La fiebre del caucho en la región a fines del siglo XIX, motivó su primer contacto con el hombre blanco; eran perseguidos para ser utilizados como esclavos en las explotaciones, luego de unas décadas los Nukak se aislaron por completo hasta 1965 cuando llegaron los colonos ganaderos, pronto los cultivos de coca marcaron una nueva frontera.
Después de la crisis social generada por el choque cultural, se les ha protegido mediante el reconocimiento de un resguardo territorial, ubicado en el departamento del Guaviare y parte del Vaupés.
Viven en pequeños grupos familiares, prefieren la selva profunda a los ríos, y están constantemente en movimiento.
El ser tan móviles significa que sólo pueden tener unas pocas pertenencias, y que éstas deben ser fácilmente transportables. Así, en un minuto, pueden enrollar sus hamacas hechas de hilo de fibra (su único mueble propiamente dicho), guardar sus ollas y otros pocos artículos en sus mochilas hechas a mano, y ponerse en marcha.
Las casas tienden a ser estructuras muy ligeras hechas de madera y hojas de palmera, suficiente para proporcionar un tejado para colgar una hamaca debajo. Cada familia tiene su propio hogar. Éste se usa no sólo para cocinar y proporcionar calor, sino también para quemar ciertas plantas por la noche para ahuyentar a los mosquitos. Comen pescado, venado, tortugas, fruta, verduras, frutos secos, insectos y miel.
El estudio de los Nukak tiene numerosas implicaciones, sobre todo en lo concerniente al poblamiento americano. Se suponía que los cazadores recolectores no podían vivir en las selvas tropicales lluviosas sin la agricultura. Se sostenía que el ambiente selvático imponía condiciones limitantes para el desarrollo de los asentamientos humanos por diversas razones: suelos pobres, necesidad de mucha movilidad para obtener alimentos, recursos escasos, aislamiento, dificultades en el traslado dada la inaccesibilidad del medio, necesidades proteínicas insatisfechas, etc.
Pero los Nukak son el ejemplo viviente que da por tierra con todas estas suposiciones: porque las contradice. Los productos agrícolas ocupan una pequeña parte en su dieta diaria, que está ampliamente abocada a los recursos selváticos (los frutos aportan en oposición a lo que se pensaba grandes porcentajes de proteínas, junto con las mieles, los pescados, las semillas, las raíces, los insectos, los monos, etc).
Los Nukak poseen un refinado conocimiento de los recursos y del territorio que habitan. Asimismo manipulan y transforman el medio reutilizándolo: lo van modificando paulatinamente produciendo «parches» de recursos en la selva, como huertas silvestres.
Andar desnudos y con el pelo rapado para ellos eran dos actos de suprema sabiduría. Andan así porque viven en la selva y lo peor allí es la ropa porque se humedece y en una caminata de tres días el cuerpo se llena de llagas. Y se cortan el pelo con las mandíbulas de las pirañas pues en la selva estorba y se hace inmanejable.


COSMOLOGÍA
    

El mundo Nukak consta de tres niveles:
    

«Hea» nivel superior
    

Es el sitio a donde viajan las almas de los muertos y comparten su morada con los «takueji», espíritus poderosos que manifiestan su ira con los truenos y cuyas disputan generan las lluvias.
En este mundo viven los astros y no existen la anaconda ni el jaguar.
    

«Jee» nivel intermedio
    

Donde viven los nukak como seres, es decir la selva y su territorio.
Este nivel es representado por las relaciones sociales de los seres del universo y por el entorno físico que los rodea, los sitios de caza, de pesca, los huertos activos y abandonados, los campamentos, en fin todos los sitios donde los nukak interactúan con el ambiente.
En este nivel intermedio también habitan ciertos espíritus de los muertos que no hacen su viaje al nivel de arriba sino que permanecen en el bosque cerca del lugar del deceso, estos espíritus denominados «debep» son descritos como seres oscuros y peludos asociados con monos churucos, osos hormigueros o sombras; que toman esta apariencia para buscar comida. Los «debep» son seres malignos peligrosos y temidos.
Las personas vinieron a este mundo desde «bak», junto con algunos animales y plantas, salieron por un orificio localizado al sureste de su territorio, abierto por Mainako, una mujer.
«Kâk» significa persona, y el prefijo «nü» se aplica a quienes proceden de abajo y viven ahora en este mundo. En cambio, otra parte de los animales y plantas siempre han estado en este mundo y finalmente otros fueron el resultado de la acción del héroe cultural Mauro.
    

«Bak» nivel inferior
    

De este lugar provienen los nukak y los primeros pobladores del mundo llamados «bak budi», gente de bak. Esta gente es asociada con animales como el venado, el tapir y el jaguar.
Los seres de este mundo tienen la capacidad de ayudar a la gente del nivel intermedio, pero también pueden enfermar o matar.
Los nukak piensan que los seres humanos tienen tres espíritus que van a los tres niveles en el momento de la muerte.
Cuando la persona fallece, se desprenden tres espíritus suyos: uno va a «hea» a donde vive el sol, es como la semilla de la gente, que al llegar allá no se enferma ni muere más, sino que vive cómodamente. Allá están también los árboles matrices y si los espíritus de «hea» comen mucho sus frutos, los árboles de este mundo producen grandes cosechas.
Otro espíritu del fallecido, «nemep», queda en este mundo, en la selva y puede hacer mal a quien no quiere.
Un tercer espíritu va a «bak», a las casas de los tapires y los venados, con quienes se casa y tiene hijos, por lo cual tapires y venados no deben ser cazados aquí, porque son parientes o inclusive antepasados. Todos los habitantes de abajo «bak münü» pueden ayudar a la gente a curarse cuando están enfermos o a conseguir alimento.
La enfermedad puede ser causada por ataques de dardos espírituales de los espíritus de los muertos o de los «takuejí» que viven en «hea» y también lanzan los rayos cuando están furiosos o pueden venir a hacer daño a este mundo. También una persona viva puede aprender a lanzar dardos de enfermedad o a curar las enfermedades.
La medicina tradicional de los Nukak se basa en las curaciones por poder espiritual. También practican procedimientos físicos, como un sonido que hacen las mujeres sobre la parte afectada, usan algunas plantas medicinales como las hojas de «wamao» (Siparuna decipiens) para curar picaduras de hormiga yanabe y la fiebre; la corteza del fariñero (Clathrotropis macrocarpa) para curar llagas; o un helecho (Niphidium crassifolium) y la corteza de «burikúi» (Philodendron victoriae) para curar la picadura de algunas serpientes.
Se considera que la salud depende de la integridad del «éoro», una sustancia rojiza que rodea a la persona como un aura, que puede ser vista sólo por algunos en ciertas circunstancia y que puede ser dañada o reconstruida por poderes espirituales o físicos.

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